Esta idea surge con el objetivo de reducir la dependencia de China, una potencia que produce el 70% de las tierras raras

Las tierras raras suponen un recurso muy preciado para países industrializados. Algunos de los metales que pertenecen a esta categoría son relativamente escasos y difíciles de encontrar de forma pura en la naturaleza. Sin embargo, sus propiedades fisicoquímicas son la que los hace tan especiales.

Estas características son las que hacen que se consolide como un recurso valioso en la industria electrónica y las energías renovables. Por ello, Estados Unidos y Europa cuentan con el problema de depender de China y su supremacía en tierras raras. El pasado 21 de diciembre, el gobierno chino restringió la exportación de sus tecnologías de procesado de las tierras raras, una coyuntura que Europa, Japón, Australia o EEUU no están dispuestos a aceptar.

Para llevar a cabo la estrategia de no dependencia del país asiático, una de las soluciones podría ser remplazarlas por otras materias primas, aunque eso requiera invertir muchos recursos en I+D. No obstante hay otra manera: recurrir a la Inteligencia Artificial (IA) para diseñar, sintetizar y probar iniciativas que prescindan de tierras raras. Eso es lo que ha hecho la compañía británica Materials Nexus, responsable de fabricar un imán permanente al que bautizan como ‘MagNex’ en cuya producción no intervienen las tierras raras.

Lo interesante de esta iniciativa también recae en que la IA ha conseguido acelerar unas 200 veces el proceso de producción, un ahorro de tiempo y recursos abrumador. Asimismo, la compañía afirma que la fabricación del imán emplea solo un 20% de lo que costaría producir un imán convencional. «El diseño de materiales impulsado por la inteligencia artificial impactará no solo en los compuestos con propiedades magnéticas, sino también en todo el campo de la ciencia de materiales en general […] Ahora hemos identificado un método escalable que nos permite diseñar nuevos materiales para todo tipo de necesidades industriales», asegura el físico Jonathan Bean, director general de Materials Nexus.